"La voluntad e intereses son muy distantes entre los niños y adultos, por lo que existe una marcada diferencia entre ambos. En el nivel básico escolar los estudiantes aún no han terminado de moldear su carácter, en cambio los adultos si lo han logrado en términos normales, por lo tanto los docentes deben aplicar diferentes metodologías, técnicas, estrategias didáctico pedagógicas para alcanzar las competencias predeterminadas en sus discentes, en el nivel básico se confunde el aprendizaje con la imitación, en cambio el adulto busca la validación de lo presentado en el aula a través de la comprobación es decir busca respuestas en la ciencia, sin necesidad de la pedagogía".  (Dorys del Carmen Garcia de Castillo San Salvador, El Salvador)

  La creatividad de una persona comprende motivaciones, intereses y varios rasgos de carácter.

El maestro es el creador de crear un clima humano tal que haga florecer las buenas relaciones, no sólo del estudiante con el profesor, sino también las relaciones abiertas, enriquecedoras, de los estudiantes entre sí, en intensa dinámica grupal. En dicho clima psicológico sobresalen cuatro aspectos:

  1. Un clima democrático, que haga emerger los intereses y propicie la expresión y la participación de todos, sacando de su sopora a los que dormitan. Esto lo logra el maestro que propone y no el que impone.
  2. Un clima humanista, de mutua aceptación, de calor humano tal que todos se relacionan entre sí como personas y que se atreven a ser ellos mismos, sin necesidad se ponerse máscarasante el grupo.
  3. Un clima de acción. En el aula del maestro creativo hay mucho trabajo en grupo.
  4. Un clima de invencióny de riesgo. Se ve y se palpa el deseo de la aventura y de la innovación, el gusto por lo desconocido.


Para Aaron y Milicic (1999) “El clima social se refiere a la percepción que los individuos tienen en los distintos aspectos del ambiente en el cual se desarrollan sus actividades habituales, en este caso el colegio”.

Las personas en general pasamos gran parte de nuestras vidas en el colegio y de acuerdo a nuestras experiencias vividas es como caracterizamos los diferentes ambientes escolares, unos gratos que nos hacen sentir seguros, queridos tranquilos y dispuestos a aprender, o al contrario otros que nos hacen sentir desganados, estresados, irritados o con falta de interés.

Pero para promover un ambiente adecuado para el aprendizaje, tanto en lo personal y social, como en los medios técnicos y de infraestructura involucrados, se debe tener en consideración que las características del entorno en que se realiza la clase son un factor determinante. Es evidente que un profesor que tiene más de 40 alumnos por curso tendrá más dificultad para establecer relaciones interpersonales cercanas con todos, siendo más probable que muchos de ellos se sientan invisibles, lo que favorece conductas disruptivas. Si a esto se suman las condiciones físicas desfavorables, como hacinamiento, mala ventilación, falta de útiles adecuados y materiales motivadores, eso hace más difícil para el profesor lograr un clima social en el que se den interacciones satisfactorias.

Y es por esto, que la "Creación de un ambiente propicio para el Aprendizaje" es uno de los puntos claves en el Marco para la Buena Enseñanza, donde se destacan las interacciones que ocurren en el aula, tanto entre docentes y estudiantes, como de los estudiantes entre sí, teniéndose en cuenta que los aprendizajes son favorecidos cuando ocurren en un clima de confianza, aceptación, equidad y respeto entre las personas y cuando se establecen y mantienen reglas constructivas de comportamiento. También contribuye en este sentido la creación de un espacio de aprendizaje organizado y enriquecido, que invite a indagar, a compartir y a aprender.

Sin lugar a dudas en la construcción de un ambiente educativo todos estamos implicados de una u otra manera, en mayor o menor medida. La satisfacción de las necesidades del alumnado es la principal responsabilidad del profesorado, pero su actuación será notoriamente insuficiente si no se logra implicar en la tarea a los compañeros. Tal satisfacción, con frecuencia, no requiere sino una cualidad humana y un trato personal adecuado, lo que no debe entenderse como blando y sin exigencia. Frente a la habitual permisividad, las normas son fundamentales para el logro de las metas educativas, pero se puede lograr mejor y en mayor medida cuando antes y por debajo de éstas se ha conseguido instaurar un trato afable, cordial y respetuoso.

En este sentido el desarrollo de la empatía por parte del docente es radical, debido a lo que es necesario ser coherente y democrático, pensar como alumno, y no sólo como profesor, ponerse en el lugar del estudiante que un día fuimos y reflexonar:

  Como dodente del aula contesta las siguientes preguntas para que mejores el clima en tú aula: ¿qué sería divertido? pero con límites, ¿qué seria agradable realizar para enriquecer nuestro ambiente escolar y llamar la atención del alumnado?

    Title Text. Haz clic aquí para modificar.

Bibliografía: creatividad en el aula, autor: Mauro Rodriguez Estrada, Editorial; trillas, páginas; 29-31|